martes, 1 de agosto de 2017

Características evolutivas del niño o la niña de entre 1 y 2 años.

Los niños y las niñas de 1-2 años tienen unas características evolutivas que condicionan todas las actividades que pueden realizar en la escuela infantil. Es importante puntualizar que no todos los niños  y niñas alcanzan los hitos evolutivos que vamos a desarrollar a continuación al mismo tiempo, sino que va a depender de las características individuales y del entorno social de cada pequeño.

Desarrollo del lenguaje.

La utilización del lenguaje oral es uno de los grandes logros de esta edad, pero hay que tener en cuenta que la maduración lingüística se produce de forma diferente en cada niño.

A los 12 meses el pequeño se apoya en los gestos para comunicar a los adultos sus deseos y necesidades, y empieza a practicar bisílabos. Señala objetos, animales y personas conocidas. Comienza a emitir algunas palabras que se refieren a personas y objetos: estas palabras son funcionales y sustituyen a sus gestos. Utiliza una palabra para referirse a numerosas situaciones.

Entre los 13 y los 17 meses emite y emplea de manera clara 4 o 6 palabras que resultan significativas.

A los 18 meses amplía sus producción oral a 9 o 10 palabras. Puede nombrar uno de cada seis objetos por los que se le pregunta, distingue y nombra elementos de su cuerpo y algunos objetos familiares. Es capaz de responder a órdenes sencillas como "recoge", "busca", "guarda", y formar frases de dos palabras (objeto y persona o acción). A esta edad, comienza a repetir palabras a su manera, suprimiendo los fonemas que que le resulta difícil pronunciar. En este periodo, el pequeño muestra interés por las imágenes de los cuentos y señala objetos conocidos.

Entre los 19 y 24 meses su repertorio de sonidos y su vocabulario aumentan paulatinamente. Utiliza las palabras de manera mas clara, y forma frases de hasta tres palabras, utiliza artículos y pronombres (yo, mi) y responder órdenes cada vez más complejas. Poco a poco va aprendiendo la "jerga", que combina con la utilización de palabras reales y la imitación de la conversación de los adultos. Es muy frecuente que hable solo mientras juega sin compañía.

Desarrollo afectivo social.

A los largo de este año va descubriendo su identidad y sus diferencias con respecto a los demás. Es muy curioso, observa a los demás y aprende de las relaciones que establece. En los juegos imita al adulto. Es muy importante que sienta afecto, cariño, comprensión... para que se sienta seguro.

A partir de los 18 meses comienza la etapa de negación, aparecen las rabietas y las conductas rebeldes en un intento de imponer sus deseos. Va a medir los limites con cada persona, distinguiendo perfectamente hasta dónde puede llegar con cada una (hará cosas con unas personas que no hará con otras).

Juega individualmente mucho tiempo pero llega a participar en actividades de grupo cortas si se siente motivado. No obstante, poco  a poco, empieza a interrelacionarse con otros niños y niñas y gustarle el contacto con ellos, sin embargo se resiste a compartir algo que es suyo.
Muestra gran expresividad, manifiesta sus sentimientos y emociones de forma entusiasta mediante besos, caricias, abrazos. No le gustan los cambios: con las rutinas y el orden siente más seguridad.

Desarrollo cognitivo.

El cerebro de un niño o de una niña de 1-2 años esta completamente formado. El pequeño es capaz de comprender, adaptarse y de resolver problemas de su entorno. Experimenta para descubrir; probando va elaborando esquemas prácticos. Puede descartar modos de acción u escoger el más efectivo para cada situación. Comienza la etapa del juego simbólico. A los 12 meses obedece mandatos sencillos.

Entre los 13 y 17 meses mira los dibujos de un cuento con interés y los señala. Busca juguetes escondidos en lugares nuevos, y reconoce la forma redonda con propiedad. Enseña un objeto familiar cuando se le pregunta por él, por ejemplo un zapato.

A los 18 meses señala los ojos, la boca, la nariz, los pies y las manos de un muñeco y en sí  mismo. Señala objetos iguales cuando se le pregunta.

Entre los 19 y los 24 meses busca soluciones ante pequeños problemas (coge un juguete fuera de su alcance con un palo u otro objeto similar). Responde a dos mandatos simultáneos, por ejemplo: "coge la pelota y ponla en la silla). Conoce nuevos elementos de su cuerpo y va respondiendo a varias órdenes con objetos diferentes.

Desarrollo motor.

A medida que avanza su desarrollo motor (fino y global) el niño y la niña estarán constantemente experimentando, lo que les llevará a la consecución de mayor autonomía en las actividades de la vida cotidiana.

Desarrollo motor global.

A los 12 meses el pequeño arrastra, gatea, y algunos comienzan a caminar sin ayuda. Entre los 13 y 17 meses comienza a controlar la marcha y la parada (anda y se para), y también anda hacia atrás apoyándose en algo. Además corre con dificultad (digamos que anda deprisa), se agacha para recoger un objeto y se incorpora, puede subir escaleras a gatas y bajarlas sentado o arrastrándose.

A los 18 meses se sienta en una silla pequeña, se sube a la silla de los adultos, empuja la pelota con el pie y la lanza con las manos aunque le falte precisión. Entre los 19 y los 24 meses sube las escaleras agara´ndose a la barandilla y las baja cogido  de la mano. Se agacha y se levanta, salta escalones con ayuda, camina sincronizando manos y piernas, corre sin apenas caerse, salta con los dos pies juntos casi sin moverse del sitio (salto en sentido vertical) y monta en triciclo.

 Desarrollo motor fino.

A los doce meses coge las cosas con fuerza y rara vez se el caen. Entre los 13 y los 17 meses coloca objetos en un recipiente, empuja la pelota con la mano para lanzarla, construye torres de dos piezas, comienza a garabatear, introduce bolitas en un recipiente y las saca, mete una pieza redonda en su sitio, ejecuta movimientos de cierta precisión(arruga, rasga, deshilacha), come en solitario con los dedos y es capaz de sostener tres objetos a la vez.

A los 18 meses intenta hacer una linea vertical con un lápiz, Arruga el papel formando bolas, empieza a controlar el uso de la cuchara cuando come sin ayuda y realiza garabatos. Entre los 19 y 24 meses encaja piezas cuadradas en su sitio, pasa una cuerda por las bolas u objetos con agujeros grandes, rasga papel imita lineas verticales y circulares y ayuda a vestirse y desvestirse.







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